Si te gusta la respiración consciente, el método Tummo es una técnica que funciona, respirar tummo como los monjes tibetanos tiene innumerables beneficios, te ayudará a aclarar tus ideas y es un yoga que vale la pena descubrir. Prueba el pranayama Tummo la próxima vez que tengas frío o quieras concentrarte y experimenta la diferencia que puede marcar la respiración.
Tummo, el yoga del fuego interior o calor ilusorio, es una de las prácticas secretas de los Seis Yogas de Naropa, un método del linaje Kagyu también utilizado en otras escuelas del budismo tibetano. Se cree que, mediante el trabajo concentrado con poderosas energías internas, los budistas que practican el yoga del calor interior pueden irradiar calor y volverse completamente inmunes al frío. Antes de la invasión china, los monjes budistas utilizaban activamente el tummo para calentar templos y espacios privados.
La respiración Tummo ("fuego interior") es una técnica budista tibetana ancestral que combina respiración controlada (hiperventilación seguida de apneas) y visualización mental para generar calor interno, mejorar la resistencia al frío, liberar estrés y alcanzar estados profundos de meditación y claridad mental, a menudo popularizada por el método Wim Hof.
Implica ciclos de inhalaciones profundas y exhalaciones forzadas (a menudo por la nariz y boca, respectivamente) seguidos de retenciones de aliento, visualizando una llama de fuego en el abdomen o la columna para distribuir esa energía por el cuerpo.
¿Cómo funciona?
Respiración controlada: Se realizan rondas de respiraciones rápidas y profundas, llevando el aire al abdomen y pecho (inspiración) y exhalando con fuerza (a veces con los labios fruncidos y tirando del diafragma hacia adentro).
Retención (Kumbhaka): Después de las rondas, se aguanta la respiración (apnea) durante períodos cada vez más largos, enfocando la mente.
Visualización: Se visualiza una esfera de fuego o una llama en el ombligo o la base de la columna, expandiéndose por el cuerpo para generar calor y energía.
Recuperación: Se toma una gran inhalación y se retiene brevemente antes de exhalar lentamente y volver a la respiración normal.
Beneficios
Físicos: Eleva la temperatura corporal, fortalece el sistema inmunológico, mejora la circulación, y puede aumentar la tolerancia al frío y al ejercicio.
Mentales/Energéticos: Reduce el estrés, aumenta la claridad mental, calma la mente, desbloquea energía estancada y promueve la autoconciencia.
Consideraciones
Se recomienda empezar con pocas rondas y tiempos cortos, y aumentar gradualmente, siempre escuchando al cuerpo.
Puede provocar sensaciones intensas como palpitaciones o mareos debido a la sobreoxigenación inicial.
Es una práctica para realizar en un ambiente seguro y cómodo, idealmente con guía al principio.