El despertar de la Kundalini es una profunda transformación espiritual que puede alterar permanentemente la consciencia, el sistema energético y el estilo de vida de una persona. Sin embargo, muchos buscadores se preguntan si este despertar kundalini es permanente o disminuye con el tiempo. La respuesta es compleja y depende de diversos factores, como la evolución del despertar, el estilo de vida de la persona y su nivel de práctica espiritual.
El momento en que la Kundalini despierta y aún no se puede dominar, se llama Kali. Si logras usar esta energía para un buen propósito y así obtener poderes extraordinarios, entonces se llama Durga.
Kali es una deidad femenina, desnuda, de color negro o ahumado, que lleva un mala con 108 cráneos humanos. Esto simboliza las encarnaciones que un individuo debe experimentar. Su lengua protuberante, de color rojo sangre, es un símbolo de Rajo Guna, cuyo movimiento circular impulsa toda actividad creativa. Con este gesto, anima a todos los sadhakas a dominar su Rajo Guna.
La espada sagrada y la calavera calva en su mano izquierda son símbolos de disolución. La oscuridad y la muerte no significan la ausencia de luz y vida, sino su origen. La sadhaka venera el poder cósmico en forma femenina porque representa el aspecto cinético. El aspecto masculino es estático y solo puede activarse mediante el poder cinético.
La mitología hindú describe con detalle cómo aparece Kali. En el momento en que se alza en un ataque de furia, todos los dioses y demonios se congelan. Permanecen en silencio, aguardando hechizados su siguiente movimiento. Imploran a Shiva que la calme, pero Kali solo ruge furiosa, lo tira al suelo y se yergue sobre su pecho con la boca abierta, sedienta de carne y sangre. Solo cuando los devas rezan por Kali, ella se calma.
Solo ahora Durga puede revelarse como símbolo de cualidades divinas superiores y sutiles que yacen latentes en el inconsciente. Durga se sienta como una hermosa diosa sobre un tigre. Tiene ocho manos, que simbolizan los ocho elementos de la humanidad. Como símbolo de su sabiduría y poder, lleva un mala con cabezas humanas.
El mala consta de cincuenta y dos cuentas, el mismo número de letras del alfabeto sánscrito. Es la manifestación externa de Shabda Brahman, «el mundo del sonido». A través de Durga, se eliminan todas las influencias negativas de la vida, y la fuerza y la paz surgen del chakra Muladhara.
En la filosofía del yoga, Kali, como primera manifestación de la Kundalini inconsciente, es una fuerza aterradora. El alma individual queda completamente reprimida por esta fuerza, simbolizada por su posición sobre Shiva.
En casos de desequilibrio mental, quienes entran en contacto con su inconsciente pueden ver seres aterradores como fantasmas o monstruos. Cuando Kali despierta como el poder inconsciente de una persona, se transforma gradualmente en su siguiente forma de expresión: Durga. Esta es la conciencia más elevada y se manifiesta como resplandor y belleza.
Símbolos de Kundalini
En los textos tántricos, la Kundalini se describe como una fuerza o energía primordial. En la psicología moderna, se le conoce como el inconsciente. En la mitología hindú, la Kundalini corresponde al concepto de Kali, como se explicó anteriormente, mientras que en el Shivaísmo, la Kundalini está representada por el Shivalingam, una piedra ovalada alrededor de la cual se enrosca una serpiente.
Sin embargo, la mayoría de las veces, la Kundalini se representa como una serpiente dormida con tres espirales y media. Por supuesto, no hay serpiente en Muladhara, Sahasrara ni en ninguno de los demás chakras. La serpiente siempre ha sido un símbolo de sabiduría. La encontramos en las culturas místicas más antiguas del mundo, y Shiva también se representa en todas las imágenes y estatuas con serpientes alrededor de su cintura, cuello y brazos.
Kali también está adornada con serpientes, y Vishnu reposa sobre una serpiente gigante enroscada. Este poder serpentino simboliza el inconsciente de la humanidad. Se pueden encontrar monumentos y obras de arte que representan el poder serpentino en diversas civilizaciones de todo el mundo, incluyendo Europa, Latinoamérica y Oriente Medio. Esto sugiere que la Kundalini fue conocida en el pasado por personas de todo el mundo. En esencia, podemos percibir la Kundalini en cualquier forma, porque el prana es infinito, sin forma ni dimensión.
Los textos tradicionales describen el despertar de la Kundalini de la siguiente manera: como una serpiente enroscada, reposa en Muladhara. Al despertar, se desenrolla y se extiende a través de Sushumna (el canal psíquico en la médula espinal), abriendo los demás chakras a su paso. El brahmachary Swami Vyastev describe el despertar de la Kundalini en su libro La Ciencia del Alma de la siguiente manera:
"Los sadhakas han visto a Sushumna como un pilar luminoso, como una serpiente brillante de color amarillo dorado o a veces negra, de unos veinticinco centímetros de largo, con ojos rojos brillantes y la punta de una lengua vibrante que se eleva como un rayo en la médula espinal".
Las tres vueltas y media de la serpiente pueden interpretarse de la siguiente manera: «Tres vueltas» se refieren a los tres Matras de Aum, en los que se expresan el pasado, el presente y el futuro; también a los tres Gunas: Tamas, Sattva y Rajas; a los tres niveles de conciencia: vigilia, sueño y sueño profundo; y a los tres tipos de experiencia: experiencia subjetiva, experiencia sensorial y ausencia de experiencia.
La media vuelta representa el estado de trascendencia, en el que no hay vigilia, ni sueño, ni sueño profundo. Las tres vueltas y media expresan la posibilidad de percibir el universo entero y de que la conciencia pueda extenderse incluso más allá.